FALLAS EN LA CAMPAÑA NARANJA..

A pesar de las apariencias que se siguen, esta campaña tiene una evidente crisis.

Reportero - 1ro de mayo de 2024 - 09:06 pm

La familia fosofo ha recurrido a sus mejores ideas pero no logra encender ánimos.

Se encerró en una burbuja y cree que está haciendo la mejor campaña de todas, cuando en la realidad, hay grandes rechazos.

La gente acude y seguirá acudiendo a sus eventos porque se regala comida, música, artículos y diversión.

Pero si el esquema fuera únicamente político, la realidad seria otra.

Sin embargo, justamente en términos de la política seria, se observan algunos vacíos que son desde luego, comentables.

Francisco Sánchez lanza un reto de que quiere debatir y no le responde nadie.

A Sánchez le hace falta un adversario público y nadie se engancha porque justamente ya lo midieron.

Lozoya asume un discurso de candidato a diputado federal como si su nombre fuera a aparecer en las papeletas y lo único que ocasiona es que le hace un vacío a la verdadera candidata por tierra, Hellen Garcia.

Sol es desplazada a un segundo plano y eso es grave, porque justamente esa fue la carga que Cesar jamás pudo superar ante la opinión pública.

Y ciertamente, la candidata anuncia la donación y rifa de su sueldo para hacer obra social y lo que debió ser un mensaje contundente, se desdibujo con la autorespuesta del ciudadano.

Imposible contener las respuestas criticas ya que la aspirante a la presidencia municipal también es beneficiaria del contrato de luminarias, de recolección de basura y del relleno.

La campaña naranja no se visualiza con humildad ni con cercanía social como fueron las anteriores.

Hay arrogancia y simulación pero nadie se atreve a decírselo a Alfredo.

Utilizan los estadios, las plazas, los kioskos, las calles, las plazas como si fueran propias, cuando eso, en realidad no es necesario para hacer política.

Esos excesos son los que no les agradan a la gente, pero se trata de un librito antiguo que pretende seguir utilizándose de la misma manera de siempre.

Es evidente que a la campaña naranja le urge un coordinador, un asesor, un guía o como se llame en el fosfo lenguaje pero que se dedique a organizar dinámicas serias y que reduzca tantas ocurrencias.

Las rutas se vieron cerradas por los mismos excesos cometidos desde el interior y ahorita, ven las dificultades para enmendarlos.

La saliva ya no es recurso ni como opción de diálogo, porque lo que en política se respeta es la palabra, el acuerdo, la seriedad y el cumplimiento cabal.

Vea usted el caso de Cesar, quien perdió operatividad en su tierra, y donde debiera ser su catapulta pero por el contrario, ni en los discursos de Sánchez o Alfredo aparece.

Cesar ya ni cercanía tiene con los medios a pesar de que de ahí es su origen.

Hace días, Lozoya mandó a un emisario a tratar de arreglar las diferencias que existen desde la presidencia y del origen del mundo fosfo con los medios de información locales.

El resultado no fue exitoso, justamente porque designó a Marcos como su mandadero..

Personaje clara y directamente identificado como el operador de los boletines falsos de desprestigio en contra de políticos locales y de los mismos medios de comunicación que se elaboran desde el esquema oficial local.

Entonces, tardó más en llegar que en irse el mandadero, porque por obvias razones, ese conducto jamás será recibido.

Y precisamente por fallas como esa, se observa la campaña naranja desarticulada pero lo más delicado aun es que no hay vínculos comunicantes entre la campaña y la estructura social que a diario actúa entre si.

©El Monitor de Parral
Fuente: https://elmonitordeparral.com/spip.php?article18729