REYNA LA IMPUNTUALIDAD...

Una de las asignaturas es la referente a la puntualidad.

Realmente no hay un solo evento que haya dado inicio de manera puntual y en algunos, fue excesivo el tiempo de espera.

El más emblemático hasta el momento es el desfile de aniversario de la fundación de la ciudad y que a la vez se le considera como el arranque oficial de las Jornadas Villistas.

Ese desfile inició con un retraso de hora y media y desde luego, que con la respectiva molestia de los asistentes ya que algunos acumulaban mucho tiempo más esperando.

El motivo de ese retraso se debió a que el alcalde de Mazatlán no llegó a tiempo y por su investidura de presidente del municipio invitado, no se podía arrancar sin él.

Obviamente ese motivo no se podía dar a conocer por los conductos oficiales, sin embargo, al no saberse lo que ocurría, los platos rotos fueron para los de casa.

Otro evento donde la puntualidad no fue la aliada es en la bendición de los casos de los motociclistas este sábado en Mina La Prieta.

Ahí, fue una hora de espera para que diera inicio la ceremonia.

Los motociclistas ya estaban reunidos, el maestro de ceremonias ya no tenía frases para decir en el micrófono y el calor estaba intensificando su fuerza.

Justamente una hora después a la cita pactada, empezó el evento oficial.

Detalles en la organización y en el desarrollo de los eventos siempre han ocurrido, pero el respeto a la puntualidad es algo que con voluntad se puede corregir.

Es por respeto a quienes si dan cumplimiento a la puntualidad como una regla de actuar.

Aún hay muchos eventos en puerta y tal vez, se pueda solucionar este detalle que ya resulta ser muy comentado.