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VIOLENCIA OBSTÉTRICA: UNA PRÁCTICA INVISIBILIZADA

Se trata de un problema muy poco abordado: CEDH

Reportero - 5 de diciembre de 2023 - 07:00 pm

Debido a que no se visibiliza la violencia institucional en la atención obstétrica, como violación de los Derechos Humanos de las mujeres, es una práctica que no se denuncia, aunque es constante, reconoció el visitador de la CEDH en esta ciudad Juan Portillo, quien preciso que no existe ninguna queja por esta práctica.

La violencia obstétrica se refiere a las prácticas y conductas realizadas por profesionales de la salud a las mujeres durante el embarazo, el parto y el puerperio, en el ámbito público o privado, que por acción u omisión son violentas o pueden ser percibidas como violentas.

Dicha práctica incluye actos no apropiados o no consensuados, como episiotomías sin consentimiento, intervenciones dolorosas sin anestésicos, obligar a parir en una determinada posición o proveer una medicalización excesiva, innecesaria o iatrogénica que podría generar complicaciones graves.

Esta violencia también puede ser psicológica, como por ejemplo dar a la usuaria un trato infantil, paternalista, autoritario, despectivo, humillante, con insultos verbales, despersonalizado o con vejaciones.

De acuerdo con el entrevistado la violencia obstétrica constituye una discriminación de género y representa una violación de los derechos humanos desde un enfoque de los derechos de la salud y de los derechos sexuales y reproductivos de la mujer, entendidos como derechos inalienables e indivisibles de los derechos humanos.

Según Erica Burciaga del área de educación y sensibilización de genero del Instituto Chihuahuense de la Mujer (ICHIMUJ) en declaraciones resientes sostuvo que estas praxis deshumanizantes constituyen un verdadero problema de Estado y de salud pública, pues las transgresiones durante el parto generan altos costos, económicos y sociales, donde más allá de los costos, existe un imperativo ético y moral que tiene que ver con lograr sociedades más justas y equitativas, libres de todo tipo de violencias.

“Estamos hablando de una violencia estructural e institucional que emana de una cultura patriarcal que afecta a diversos ámbitos, incluyendo las ciencias médicas”.

El visitador de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) señaló que pesar de que la violencia obstétrica no es nueva, ha permanecido oculta durante mucho tiempo y en la actualidad continúa siendo desconocida, incluso por profesionales de la salud.

“Se trata de un viejo problema, transformado en un concepto novedoso, donde incluso los profesionales de la salud desconocen el momento en que se llega a ese punto al igual que las propias mujeres quienes son víctimas de esta práctica, pues se trata de prácticas extendidas en el tiempo que se convierten en nuevos problemas a partir de la toma de conciencia de las usuarias.

Esto explicaría las dificultades para reflexionar sobre la violencia ejercida en el ámbito de las prácticas de atención al parto, tanto por profesionales de la salud como por las propias pacientes.

Está claro que no se puede generalizar desde el momento en que estas prácticas son cuestionadas, incluso por enfermeras que viven el trato deshumanizador que se ejerce contra las usuarias, y que se ven incapaces de frenar.

Finalmente dejo en claro que no se debe pensar que la invisibilidad de esta praxis obedezca a bajas tasas de incidencia, es verdad que existen complicaciones para el registro de casos, pero se trata de una cuestión innovadora, donde la violencia obstétrica puede adoptar numerosas formas y en ocasiones puede subestimarse bajo síndromes de depresión posparto o estrés postraumático.

“Se trata de un problema muy poco abordado, en especial sobre la percepción de las usuarias y de los profesionales de la salud”.

©El Monitor de Parral
Fuente: https://elmonitordeparral.com/spip.php?article15612